domingo, 28 de noviembre de 2010

Sigue el #cablegate en ElPais.com

No tenía previsto escribir dos post hoy pero la actualidad manda y no puedo dejar algo que me está dejando con la boca abierta. Hoy ha salido a la luz una nueva filtración masiva a la que nos está acostumbrando Wikileaks, esta vez es una impresionante colección de cables enviados por las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo que dejan al descubierto su comportamiento en política exterior en los últimos años.

En la última filtración de estas características me sorprendía ver cómo los medios españoles se lanzaban a la crítica ante la falta de 'sensibilidad' de Wikileaks a la hora de airear determinada información (me gustaría ver qué hubiesen hecho ellos con ese material), mientras otros medios de referencia en el extranjero se dedicaban a papearse todos esos documentos y ofrecérselos a sus lectores de una forma comprensible y manjeable. Ahora, en cambio, me he sorprendido gratamente pues veo cómo El País se ha unido al New York Times y The Guardian empezando a trabajar a fondo con estos documentos.

Portada del especial del cablegate en elpais.com

Ya podéis seguir en su edición online un especial que sospecho que no ha hecho nada más que empezar y que crecerá mucho en los próximos días con información que acerca de los gobiernos y gobernantes de diferentes países se transmitían desde las embajadas de Estados Unidos de todo el mundo. Existen además herramientas tan interesantes como un buscador por paises para acceder a los textos originales de los cables filtrados, o la base de datos que ofrece The Guardian para acceder a las diferentes informaciones según su país de origen. Creo que habrá que estar pendientes de lo que vaya saliendo a la luz en este especial a lo largo de los próximos días. No lo perdáis de vista.

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Una semana después del #EBE10

Una semana después de volver, aprovecho este hueco que me deja mi semana para contar la impresión que me traje del EBE10. Como no tengo mucho tiempo y tampoco quiero aburriros voy a ir al grano y resumirlo en lo mejor y lo peor:

Lo mejor:

  • Pasillos y personas: Entre la gente a la que conocía por Twitter y he podido desvirtualizar, como @petezin, y los que han sido directamente nuevas cosechas para mi TL, como @manelrives, @dfreniche, @juaconet, @nicolasaQM, @joaquin_sevilla o @wicho, lo mejor de un EBE son las personas. Esas noches de tapas o esos ratos de pasillo, comentando la última charla o una aplicación chula para iPad. No hay un tema común, pero todo es enriquecedor, ya estés de copas y hablando de programación para iOS, como con @dfrenche y @juaconet; desayunando mientras @manelrives te explica los acentos del gallego y cómo utiliza el iPad con sus alumnos de primaria; escuchando la experiencia de @wicho en su vuelo de Gravedad cero; o simplemente conduciendo cinco horas de Salamanca a Sevilla con @flosflorum comentando todas las jugadas de este mundillo.
  • El backchannel: Éste es el nombre que recibe toda esa converasación que se origina, generalmente en Twitter, en todos los eventos de este tipo mientras se lleva a cabo una ponencia. Esa media hora que dura la charla no se dedica exclusivamente a escuchar al ponente sino que puedes seguir una conversación con lo que más y menos le está gustando a la gente que está en la misma sala contigo. Hasta ahora había participado en estos 'backchannel' desde fuera de la sala en eventos que estaba viendo por el streaming pero he tenido que darle la razón a mi madre cuando me decía que cuando estás ahí, Twitter le da otra profundidad a esto. Hablando de charlas y por ahorarme otro punto debo decir también que la mejor charla sin duda y por mucha diferencia fue la de Adrián Segovia (@asegovia) acerca de analítica web.

Lo peor:

  • La burbuja bloguera: Hablaba con Manel Rives de la sensación que se tiene en un evento como el EBE de que no sólo vivimos en una especie de burbuja, sino que parece que para muchos su mundo empieza y acaba en esa burbuja, que no hay nada más allá. Por ejemplo, decían en el encuentro de blogs de tecnología: "ahora cuando alguien quiere un móvil nuevo ya no pregunta a su primo sino que va a su blog de tecnología favorito, consulta la review que hacen de él y toma la decisión según eso." A eso me refiero. Se utiliza "alguien" como si fuera cualquier persona que nos encontramos por la calle cuando en realidad se refiere a "cualquier persona que ya se mueve por estos espacios con cierta soltura." O si no, imaginad que bajamos a la calle a preguntar a la gente que pasa cuál es su "blog de tecnología favorito," ¿cuál sería la proporción de los que contesten con su blog teconlógico favorito frente a los que no tengan ni idea de lo que es eso? Pues a eso me refiero, es difícil saber si los ponentes del EBE hablan de un público especializado (no sólo en tecnología, aunque el blog sea de gastronomía considero al lector de blogs como "publico especializado") dentro del gran público general o si por el contrario son conscientes de que hay vida más allá de la blogosfera a la que ésta no está llegando. No vi ni lo uno ni lo otro.
  • Demasiada aspiración y poco análisis: Después de mi primer evento de estas características se ha confirmado un temor que ya venía teniendo: me sobran muchos clichés de este mundillo. Me sobra que en un encuentro de blogueros, el noventa por ciento de las charlas giren en torno al emprendimiento. ¿Acaso los que somos simplemente blogueros, sin intención de hacer vida de ello ya no contamos? Me sobra que en el año 2010, en un quinto EBE, se siga hablando de la gran revolución que es Internet. ¿No tienes nada mejor que contar a 2.500 BLOGUEROS? Me sobra gente que sigue poniendo las redes sociales como un fin y no como la herramienta que son, y me sobra gente que pinta a 'los de Marketing' como dinosaurios cuando lo que ellos proponen, ya lo tienen escrito esos dinosaurios en sus libros hace mucho. Me sobra que se diga que hay que poner el acento en escuchar al consumidor (vaya, lo mismo que dicen esos dinosaurios del marketing) mientras se sigue vendiendo la obsesión de pensar en 'la idea' que a fin de cuentas no es más que producto. Demasiado 'no tengas miedo a equivocarte,' 'lanzate y emprende,' que está muy bien, pero poco análisis para el momento de emprender: ¿Quién es mi público? ¿Cómo identifico sus necesidades? ¿Y mis oportunidades de negocio? O es que acaso, después de toda esta revolución vamos a seguir dejándonos en manos de la lotería que es tener una idea que sea buena. ¿Acaso no sería mejor empezar a enseñar la dirección en que hay que trabajar para que en vez de TENER esa buena idea aprendamos a VERLA?

Como veis, alguno de estos puntos me darían para mucho, igual hasta para un post propio, pero de momento ya me he enrollado más de lo que quería, así que lo dejo por hoy. Solo me queda decir que no os preocupéis, que aunque me haya faltado un poco de contenido en las charlas, las personas y los ratos de pasillo del EBE compensan con creces, haciendo que la experiencia en su conjunto haya merecido mucho la pena.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Esas esquinas que me habías redondeado… ¿me las puedes desredondear?

Llegó allá con el primer advenimiento de la Web 2.0, que empieza a quedar tan atrás que a más de uno nos invade esa sensación como de “Caray, creo que me estoy haciendo mayor.” Eran tiempos de efervescencia, de profusión de nuevos servicios web y de internautas ingenuos que abríamos la boca asombrados con cualquier novedad. iPhone y Android ni estaban ni se les esperaba, y cuando se oía la frase “Búscalo en YouTube” la respuesta generalmente era “Que lo busque en yuqué?”

La web 2.0 era útil (y revolucionaria, pero de eso ya se ha hablado demasiado), empezamos a utilizarla y con ello nos habituamos a su apariencia. Empezamos a entender qué se pedía cuando nos decían “dale una apariencia más 2.0.” Brillos y “glossys,” sombras paralelas, reflejos, degradados, puntos de luz. De pronto, todos los elementos de diseño y de interfaz tenían volumen,  un pulido extraordinario, estaban iluminados pero ante todo las que no podían faltar eran ellas: las esquinas redondeadas.

muestra de logos estilo 2.0

Rozaba lo obsesivo. Se abría un programa de diseño nuevo y ya había alguien preguntando ¿Cómo hago para redondear las esquinas? Entre de toda esta literatura, quiero recordar un hecho totalmente verídico. En una presentación de la CS3 de Adobe, el que hacía una demostración con el nuevo Flash dibujó un rectángulo, bajó hasta el campo “radius,” escribió “5px” y dijo con mucha sorna: “ya está, así se hace una web 2.0.”  Estábamos obsesionados; bueno, todavía lo estamos ¿o no nos han presentado CSS3 casi como si su única novedad fuese la posibilidad de redondear esquinas? Todavía hoy, es oir “esquinas redondeadas” y más de uno ponerse a salivar…

Sin embargo, no descubro nada nuevo si digo que las modas son cíclicas. Si venimos de esta época de volúmenes, brillos y redondeces, no es extraño pensar que más de un diseñador empiece a cansarse de hacer siempre lo mismo y acabe haciendo justamente lo contrario a modo de respuesta. No, tampoco soy un visionario de esto, se llama historia del arte, ahí viene todo bien explicadito. ¿Qué sería ese cambio? ¿Esa vuelta del péndulo que son las modas? Ese aguerrido diseñador, dispuesto a romper con todo, debería sustituir todos esos volúmenes y puntos de luz por colores absolutamente planos. Ese revolucionario y provocador debería cargarse a las dulces y queridas esquinas redondeadas y volver al ángulo recto.

Muestra de diseño de Windows Phone 7

Y en todo este lío, Microsoft, que siempre me habían contado mis amigos que no tenían gusto para esto del diseño, va y se destapa con su Windows Phone 7. Y yo pienso: “¿Dónde has estado todo este tiempo? ¡Te estaba esperando!”

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lunes, 1 de noviembre de 2010

Diseño para la Diócesis de Valladolid

El de hoy es un post para la vanidad y el autobombo, y es que ya tenía ganas de enseñaros uno de los trabajos más interesantes en el que me he implicado en el último año. En el próximo verano se celebra en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, encuentro del Papa con los jóvenes que se celebra una vez cada tres años y para el que se esperan más de 2 millones de personas en la capital de nuestro país. Como es lógico, tal volumen de personas no se puede gestionar si no es con el uso de subsedes que se repartan la acogida de peregrinos y Valladolid será una de ellas.

Como anticipo a lo que vendrá en verano, Valladolid junto con el resto de diócesis de Castilla y León tienen preparados actos con relación a la JMJ y uno de ellos está siendo la visita de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María a cada una de estas diócesis. Fue allá por febrero, cuando desde Valladolid (yo me encontraba todavía en mi aventura americana) se me pidió el diseño de un cartel que promocionase estos actos. La propuesta me parecía de lo más sugerente, pues me suponía una oportunidad de refrescar un poquito la imagen de una institución tan resistente al cambio y a los aportes externos como es la Iglesia. Éste fue el resultado:

Poster para la visita de la cruz de los jovenes y el icono de maria a Valladolid

A nivel técnico quedé muy satisfecho con esta pieza, pues me permitió poner en práctica cosas que aprendí durante ese año y que ampliaron mi alfabeto visual como el uso de texturas creadas por mí mismo, sin necesidad de bucear en Internet hasta encontrar justo la que se adapte a mis necesidades, y el uso de materiales trabajados a mano con anterioridad a su digitalización e inclusión en la pieza final. Así, la textura de la tela es la de la sábana que tenía guardada en mi armario, que pude arrugar, doblar y colocar a mi gusto hasta conseguir justo lo que yo quería. Por otro lado, la apariencia de la cruz rasgada en papel la conseguí... pues justamente así, rasgando un papel y utilizando la forma que me había quedado como máscara de recorte en Photoshop. Una pequeña sombra y la tipografía adecuada y la pieza estaba terminada.

La segunda satisfacción ha sido a nivel personal, y es que junto con el cartel y en torno a su imagen, desarrollé una pequeña identidad visual que se ha aplicado en todo tipo de materiales (carteles, invitaciones, los cuadernos que guían la misa, camisetas...) que pude disfrutar el fin de semana pasado paseando por el centro de Valladolid. Además, parece que el diseño gustó y se ha importado a otras diócesis de la región como Burgos o Segovia que también lo han utilizado. Es un auténtico gustazo ver cómo se disfruta y agradece algo que has hecho con tus propias manos.

Una muestra de tres modelos de camiseta: la roja, para los voluntarios, la morada, para la Diócesis de Valladolid, y la azul, para la Diócesis de Segovia.