Los que conozcan estos dos modelos de automóvil posiblemente puedan pensar que no encajan muy bien juntos en un mismo post. Sin embargo tienen un punto de encuentro, son dos auténticos hitos de la ingeniería, que serán recordados durante mucho tiempo. La ingeniería y el diseño significa tener en mente siempre la función y ambos cumplen a la perfección la función para la que fueron concebidos y lo hacen con brillantez.
Volkswagen Golf GTI
En 1974, Volkswagen revolucionó con este modelo lo que hasta el momento habían sido los vehículos de calle. La variante GTI del Golf, ofrecía al gran público no sólo un compacto en el que se pudieran acomodar cuatro adultos (el primero en hacerlo), sino además unas prestaciones que lo hacían más que interesante para el gran público. El motor de 1.6 litros y 110 CV le dotaron de un caracter que no ha perdido hasta hoy: un coche que sin dejar de ser popular pueda considerarse deportivo.
Bugatti Veyron
Bugatti era un fabricante francés que cerró en 1956, poco después de la muerte de su fundador. Sin embargo, la marca es comprada en la década de 1990, primero por un fabricante italiano (1991) y finalmente por Volkswagen en 1998. Con esta marca querrá firmar un gran proyecto: el coche de producción más rápido del mundo. El Bugatti Veyron es una pieza de ingeniería, pensada única y exclusivamente para alcanzar esa marca. Aunque se trate de un vehículo de producción no está a la venta. Es probable que nunca veamos uno por la carretera, ni tengamos la oportunidad de conducir uno, porque no fue concebido para eso. Se trata sólo de un objeto de exhibición, para que veamos todos de qué son capaces.
Estamos, por tanto, ante dos piezas radicalmente diferentes, pero que tienen ambos su página reservada en la historia de la automoción.
Links:
- Motorpasion, blog de automoción de WeblogsSL
- Velocidad verde pero velocidad a fin de cuentas, más velocidad en Pintura Blanca
- Publicidad del Golf, en Mira Lo Que Veo. Su larga trayectoria ha sido explotada con maestría por parte de sus creativos.
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