Hay momentos como éste en que me parece que la Fórmula 1 cada día tiene un poco más de show, cercano al de la prensa del corazón, y un poco menos de todo lo que le ha dotado de ese halo de leyenda, del profundo espíritu de este deporte. Todavía confío en que esta clasificación, esta carrera nos tenga reservada una de esa pequeñas piezas de historia, que en la Fórmula 1 todo puede pasar.
Pero mientras llega la historia os dejo un poco con la leyenda. La de la fórmula 1 de 1991; la de Ayrton Senna, posiblemente el mejor piloto que ha existido; la del Gran Premio de Mónaco, tan especial que parece de película. Con momentos como esta vuelta, en la que pulverizó el record del circuito, Senna contribuyó a su leyenda, a la del circuito y a la de todo el deporte.
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